miércoles, 26 de noviembre de 2008

Encuentro en Logroño y Bilbao

Llévabamos ya tiempo preparando este viaje. Hubo algunos contratiempos pero por fin llegó el día en que María Jesús y Pilar nos metimos en el coche y emprendimos camino hacia tierras de La Rioja, más concretamente a su capital Logroño. El viernes 21 con algo de retraso sobre lo que teníamos pensado llegamos a casa de Ana María, dejamos los trastos y salimos junto con Chelo, primero para ver su habitación de los tesoros, que está cada vez más llena de joyitas de hilo y aguja, y después a pasear por el centro de la ciudad, y cómo no acabar en la calle Laurel y sus adyacentes en busca de sus famosos pinchos, que con un traguito de buen Crianza hicieron las veces de cena.

A la mañana siguiente quedamos las cuatro con Sylvie para irnos juntas a Bilbao. Allí habíamos quedado en casa de nuestra amiga Esther, junto con Mariló (que había llegado desde Laredo) y Teresa. El día estaba bastante lluvioso y las de Bilbao se empeñaban en enseñarnos algo de su ciudad: museo, vistas, mar cantábrico, etc... pero todas coincidíamos en que no habíamos ido para hacer turismo, si no para estar juntas y charlar, charlar y charlar.

Sólo salimos para ir a comer a una sidrería cercana. Aquí tenéis un par de fotos de nosotras y de la mesa esperándonos para la degustación.

Pero no todo fue comer y beber. También charlamos mucho sobre labores, trucos, terminaciones,... y otras muchas cosas.
Habíamos decidido llevar cada una un regalo e intercambiarlos a modo de "amiga invisible". Esto fue lo que cada una recibió.
María Jesús recibió dos arbolitos de navidad, uno metálico dorado para poner una vela y otro hecho de punto de cruz en azul y con abalorios, que realizó Ana María.
Ana María chilló de alegría ( y todavía está babeando) cuando vió el pinkeep y el hornbook, realizados por Teresa, todos con vainicas, y que obviamente se llevó a su casita.A Sylvie le tocó en el sorteo una preciosa hada que había llevado Mariló.
A Teresa le tocó el caracol y el alfiletero que había confeccionado Chelo con sus turbo agujitas, jejeje. Esther se quedó con la caja-servilletero que había llevado Pilar. La caja había sido tratada con tinte y barniz, y en la tapa llevaba un pequeño bordado con cintas. Las servilletas eran con motivos navideños. El regaló que hizo Esther cayó en las manos de Mariló: una super estilizada muñeca Tilda, muy delgada y con un vestido veraniego corto y un peinado un poco alocado. Eso sí, muy afortunada con una gran estrella en las manos. A Chelo le tocó la labor que había hecho María Jesús. Un cojín-alfiletero bordado a punto de cruz, con los lacitos símbolo del cáncer de pecho, y una tijeritas conmemorativas de lo mismo (que adquirió en www.masquehilos.com). Todo en tonos rosa, salmón y blanco.Y por último Pilar recibió una ovejita que hizo Sylvie, blanca, blandita, suave, mmm, me encanta y se llama Lucerita, jajaja. Aquí están las dos borreguitas: la del corazón en el pecho y el lacito de rafia es Lucerita, la grande es Pilar, jajaja.
También hubo otros regalitos, por los cumpleaños, por hospitalidad, simplemente por amistad o porque sí: hadas, cuelga joyas, muñecos tilda, arbolitos de navidad, bolillos,... y hasta unos llaveros cuyos beneficios están destinados a la fundación Vicente Ferrer.
También estuvimos enseñando algunos de nuestros trabajos. Sylvie llevó dos colchitas de patchwork, una mantita de muestras de algodón y una de franela muy suave y calentita. Pilar unas puntillas de bolillos y álbumes de scrapbooking. María Jesús algunas cositas de punto de cruz.

Y así charlando y riendo nos pasamos un día maravilloso que nos gustaría repetir muy pronto. Quizá nos veamos allá por enero o febrero en la feria Creativa de Bilbao. Hasta pronto.