Llévabamos ya tiempo preparando este viaje. Hubo algunos contratiempos pero por fin llegó el día en que María Jesús y Pilar nos metimos en el coche y emprendimos camino hacia tierras de La Rioja, más concretamente a su capital Logroño. El viernes 21 con algo de retraso sobre lo que teníamos pensado llegamos a casa de Ana María, dejamos los trastos y salimos junto con Chelo, primero para ver su habitación de los tesoros, que está cada vez más llena de joyitas de hilo y aguja, y después a pasear por el centro de la ciudad, y cómo no acabar en la calle Laurel y sus adyacentes en busca de sus famosos pinchos, que con un traguito de buen Crianza hicieron las veces de cena.
A la mañana siguiente quedamos las cuatro con Sylvie para irnos juntas a Bilbao. Allí habíamos quedado en casa de nuestra amiga Esther, junto con Mariló (que había llegado desde Laredo) y Teresa. El día estaba bastante lluvioso y las de Bilbao se empeñaban en enseñarnos algo de su ciudad: museo, vistas, mar cantábrico, etc... pero todas coincidíamos en que no habíamos ido para hacer turismo, si no para estar juntas y charlar, charlar y charlar.
Sólo salimos para ir a comer a una sidrería cercana. Aquí tenéis un par de fotos de nosotras y de la mesa esperándonos para la degustación.
Pero no todo fue comer y beber. También charlamos mucho sobre labores, trucos, terminaciones,... y otras muchas cosas.Habíamos decidido llevar cada una un regalo e intercambiarlos a modo de "amiga invisible". Esto fue lo que cada una recibió.
María Jesús recibió dos arbolitos de navidad, uno metálico dorado para poner una vela y otro hecho de punto de cruz en azul y con abalorios, que realizó Ana María.
Ana María chilló de alegría ( y todavía está babeando) cuando vió el pinkeep y el hornbook, realizados por Teresa, todos con vainicas, y que obviamente se llevó a su casita.A Sylvie le tocó en el sorteo una preciosa hada que había llevado Mariló.También estuvimos enseñando algunos de nuestros trabajos. Sylvie llevó dos colchitas de patchwork, una mantita de muestras de algodón y una de franela muy suave y calentita. Pilar unas puntillas de bolillos y álbumes de scrapbooking. María Jesús algunas cositas de punto de cruz.
Y así charlando y riendo nos pasamos un día maravilloso que nos gustaría repetir muy pronto. Quizá nos veamos allá por enero o febrero en la feria Creativa de Bilbao. Hasta pronto.